EL 18 y 19 de Mayo asistimos de forma telemática al evento de clausura de los proyectos Europeos VIDA H2020, donde presentamos los principales resultados obtenidos en nuestra cooperativa durante la campaña 2020-2021 con el desarrollo del proyecto “Pulsed Electric Fields: An innovative solution for sustainable red winemaking”.
En este proyecto evaluamos en colaboración con D-ELEA, COGNIT y la Universidad de Zaragoza la viabilidad de aplicación de la tecnología de pulsos eléctricos de alto voltaje a escala industrial así como las posibles ventajas, en el ámbito de la sostenibilidad, que aportaría la implantación de la tecnología en el sector vitivinícola.
A nivel de laboratorio la tecnología de Pulsos Eléctricos de Alto Voltaje actúa generando poros en los hollejos de las uvas, lo que acelera el paso de sustancias de interés al mosto durante el proceso de maceración del vino tinto. Para evaluar si los resultados obtenidos a escala de laboratorio pueden transferirse a una escala mayor, el primer objetivo del proyecto fue el diseño y puesta a punto de una línea de elaboración de vino tinto introduciendo el equipamiento necesario para la aplicación de un tratamiento de pulsos eléctricos a las uvas. El éxito de este objetivo se consiguió gracias a la colaboración con D-ELEA (empresa especializada en el diseño y construcción de equipos de pulsos eléctricos) y a la gran experiencia de la Universidad de Zaragoza con esta tecnología novedosa.
Otro de los objetivos principales del proyecto fue el de verificar que los resultados observados en el laboratorio se mantenían al aplicar los tratamientos de pulsos eléctricos a escala industrial en condiciones reales de funcionamiento de nuestra cooperativa durante la vendimia. Durante el desarrollo de esta experiencia observamos que la aplicación del tratamiento con pulsos eléctricos permitió reducir los tiempos de maceración (tiempo que los hollejos han de mantenerse en contacto con el mosto), manteniendo las características y calidad de los vinos producidos. Esa reducción de los tiempos de maceración permitiría aumentar la capacidad de producción de las instalaciones más de un 30% gracias a la mayor rotación de los depósitos de maceración.
En la fase final del proyecto, nuestro objetivo fue el de conocer las posibles ventajas del uso de los pulsos eléctricos desde el punto de vista de la sostenibilidad de nuestro proceso. Para ello realizamos, junto con COGNIT, un estudio de nuestros consumos eléctricos con y sin la incorporación de la tecnología de pulsos eléctricos a nuestro proceso. Los resultados de esta parte del proyecto indicaron que la introducción de la tecnología de pulsos eléctricos en el proceso de elaboración de vino tinto permitiría reducir entre un 6 y un 36% el consumo eléctrico de la bodega, ayudando así a reducir las emisiones anuales de CO2 en hasta 27 toneladas.
Los resultados de esta experiencia fueron muy positivos, por lo que desde nuestra cooperativa seguimos colaborando con la Universidad de Zaragoza optimizando y explorando nuevas aplicaciones de la tecnología para el sector vitivinícola. Para terminar aquí dejo un link con un video de nuestro socio D-ELEA en el que se ve parte de nuestra experiencia con la tecnología de pulsos eléctricos.